Entre consideraciones sobre la crisis cambiaria y arengas para irradiar un mensaje positivo, los discursos venían haciendo referencia a la “continuidad” de Cambiemos en el próximo turno electoral. Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda y -paradoja- el de menor perfil político entre los oradores, fue el más explícito en sus pronósticos positivos: aseguró que el año que viene estarán dadas las condiciones económicas para la reelección de Mauricio Macri. Fue en la reunión de la mesa ejecutiva del PRO, en la que los principales funcionarios del Gobierno buscaron contener a dirigentes y autoridades partidarias de todo el país.

Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal abrieron la reunión a puertas cerradas en el hotel NH, a 300 metros de la Casa Rosada. “Llamaron a dar la pelea, contar lo que estamos haciendo, estar convencidos de lo que hacemos y no dejar espacios a la oposición”, dijo a Clarín uno de los presentes sobre el tono y el objetivo de los discursos, en el primer encuentro de este tipo luego de la devaluación, el acuerdo con el FMI, el borrón de la meta de inflación para este año y la salida de tres hombres clave del equipo económico: Federico Sturzenegger, Juan José Aranguren y Francisco Cabrera.

“Ya estaba programado pero fue bueno encontrarnos en este momento, hacía falta, varios coincidimos en eso”, contó uno de los dirigentes. Marcos Peña fue uno de los que lo marcó en su discurso de cierre. “Tenemos que transmitir en cada rincón de la Argentina que este cambio ha venido para quedarse”, pidió el jefe de Gabinete. También hablaron Rogelio Frigerio -ministro del Interior-, Humberto Schiavoni y Francisco Quintana como autoridades del partido y otros secretarios del PRO. Los organizadores a su vez se propusieron “contener” a diputadas que votaron en contra de la despenalización del aborto e invitaron a Karina Molina y Juan Aicega, más allá de la presencia de Carmen Polledo por cargo partidario.

El ministró Nicolás Dujovne sale del la reunión del PRO.

A media tarde llegó acaso el hombre al que más querían escuchar los asistentes. Dujovne arrancó con una exposición “didáctica” sobre la situación económica, repasó los detalles del acuerdo con el Fondo Monetario -ponderó la rapidez, las condiciones y el monto-, asumió las dificultades de la situación -reforzó el discurso de las turbulencias en los mercados internacionales como principal motivo- y luego se mostró optimista. El ministro aseguró que “es un momento complicado porque se está trabajando en la economía, algo que antes no se hacía” y subrayó que aun “con menor intensidad, el país sigue creciendo”. Luego reformuló el “lo peor ya pasó” del Macri y otros funcionarios por “lo que viene va a ser mejor” y pidió superar los próximos tres o cuatro meses hasta una etapa que pronosticó alentadora para el Gobierno: “Van a darse las condiciones para que Cambiemos se imponga y el Presidente sea reelecto”. Al rato salió por la calle Bolívar con una sonrisa y sin hablar.

María Eugenia Vidal, este lunes en la Casa Rosada.

Macri y sus principales espadas buscarán dejar atrás los sacudones financieros y revertir la caída en la imagen, retomar la iniciativa y reconstruir las expectativas de cara a la disputa electoral de 2019. “Estas dificultades nos hacen dudar pero no vamos a cambiar. Sigo convencido de que nuestro Gobierno es el que más representa ese cambio. Les pido que el dolor no los haga dudar de que ésta es la dirección”, había dicho el Presidente el domingo, en el final de la entrevista con PPT. Las líneas de argumentación se reforzaron en la reunión del PRO con el objetivo de multiplicar el mensaje con voceros en todas las provincias, contaron los asistentes.

“Es importante no sólo la cercanía, también la empatía. Hay que asumir que estamos en un momento difícil”, pidió reconocer Vidal en la apertura, y remitió a las etapas más complicadas de las gestiones en la Ciudad. “La idea es llevar tranquilidad a los territorios, que estamos en buen camino: atravesamos una crisis económica y vamos a salir adelante”, resumió el mensaje un integrante de la mesa ejecutiva.

Clarín