Finalizó una nueva temporada de la Escuelita de Verano que funciona en el predio Alejandro Aimaretti del Club Atletico San Isidro. 680 chicos pasaron las mañanas y las tardes en el predio, divirtiéndose, aprendiendo y compartiendo, a lo largo de las 2 etapas con las que contó esta actividad.

La “Escuelita”, comenzó el 18 de diciembre del año pasado, y finalizó su primera etapa el 18 de enero. A partir de esa fecha, y hasta el campamento del dia 8 de febrero, se desarrolló la segunda etapa.

Organizar, planificar y llevar a cabo un cronograma de actividades de verano para casi 700 chicos, no es una tarea fácil, y necesita un trabajo constante y en conjunto. Matías Olivieri, Coordinador General de las actividades de verano del predio, habló acerca del grupo de trabajo de los profesores que formaron parte de esto: “valoro mucho el grupo humano que me toca tener a cargo. La verdad es que hay una amistad muy linda entre todos los profesores, y eso permite que podamos trabajar muy bien en el día a día, y que podamos, además, transmitirle eso a los chicos que vienen a la Escuela de verano.”

Un dato para nada menor, es el hecho de que la temporada 2017/18, haya finalizado sin contar un solo accidente. 680 chicos, con la energía inagotable que los caracteriza, y esas ganas de explorar todo por su cuenta, puede ser sinónimo de algún accidente o algún imprevisto, pero por suerte, y gracias a la atención constante puesta en los chicos por parte de los profesores, las actividades finalizaron y nadie tuvo que recurrir al botiquín o a primeros auxilios en ningún momento.

Matias remarca también la importancia de ese aspecto “Sabemos que no es fácil dejar un hijo, que es lo más preciado que tenes, a cargo de alguien que quizás no conoces tanto. Por eso, nosotros, tratamos de devolver esa confianza justamente cuidando de sus hijos durante esas horas que están a nuestro cargo. Yo estoy muy pendiente siempre de si hubo o no hubo algún accidente con los niños, y me pone muy contento saber que no tuvimos que preocuparnos por eso en ningún momento.”

El campamento de cierre, que reunió a todos los chicos y a los padres, fue un hermoso momento en el que todos pudieron compartir anécdotas y vivencias que les dejó la Escuelita, y donde los padres pudieron agradecerle personalmente a todo el equipo de trabajo. Olivieri rescata esa imagen final, como una descripción exacta de lo que fue esta temporada. “Me quedo con la postal de las familias que vinieron al campamento, y que formaron parta también de todo esto. Y me quedo satisfecho, además, de saber que como club dejamos una buena imagen, e incluso nos dimos a conocer como institución con muchos padres que no nos conocían”.

De esta manera, entonces, despedimos muy contentos a los chicos, agradecidos por la confianza por parte de los padres, que apostaron por el club otro año más, y contando los días que faltan para volver a ver a los “peques” el próximo verano.