El obispo de San Francisco y ex obispo auxiliar de Mendoza, Sergio Buenanueva, expresó su conmoción por el fallecimiento del Papa Francisco y destacó el impacto profundo que su figura tuvo en la Iglesia Católica.

Buenanueva reflexionó sobre el legado del pontífice argentino, subrayando que su elección en 2013 como primer Papa proveniente del tercer mundo significó una transformación profunda y “pasos irreversibles” dentro de la Iglesia.

“El Papa Francisco fue una figura muy fuerte que marca un antes y un después. Su elección rompió el eurocentrismo de la Iglesia y orientó un cambio de centro hacia otras realidades del mundo”, afirmó. Recordó que Francisco llevó consigo una sensibilidad particular, marcada por su experiencia como obispo en Buenos Aires, “una ciudad donde se pasa de Puerto Madero al conurbano y se atraviesan dos mundos distintos”. Esa vivencia, explicó, formó en él una visión pastoral orientada a las periferias, tanto materiales como existenciales.

También expresó el dolor por la ausencia de un reencuentro del Papa con su Iglesia madre en Argentina. “Aquí recibió la fe, descubrió su vocación, y sin embargo no pudo volver. Esa herida quedará abierta”, lamentó. Atribuyó esa imposibilidad a múltiples factores, entre ellos la situación política y la grieta que dividió la percepción de su figura en el país.

Sobre la relación entre Francisco y la política argentina, Buenanueva señaló que no fue parte del círculo más cercano al Papa, pero consideró que su orientación pastoral lo hizo más crítico de ciertos modelos liberales. Aun así, remarcó que Francisco buscó el diálogo con todos los sectores: “No es verdad que solo recibiera a un grupo político. Era un hombre atento, que escuchaba, reflexionaba y tomaba sus propias decisiones”.

De cara al futuro cónclave, el obispo manifestó que no espera un cambio brusco en la línea pastoral. “No creo que haya opción por una ruptura. El próximo Papa tendrá que cuidar especialmente las tensiones internas de la Iglesia, sin extremarlas, como decía Francisco. Su llamado a una Iglesia que callejea la fe, que se acerca a los más pobres, no va a desaparecer”, aseguró.

Finalmente, al referirse al perfil del próximo pontífice, Buenanueva se mostró prudente al evitar nombrar favoritos, pero apuntó a Asia como un continente con potencial para sorprender. “La Iglesia dejó de estar dominada por Europa. Hoy es una Iglesia con muchos rostros. Asia, con su pluralidad religiosa y cultural, puede ofrecer una gran oportunidad para seguir el camino que Francisco abrió”, concluyó.