En la 96° procesión céntrica de la Iglesia Católica, el arzobispo dijo que esa virtud “es una misteriosa alegría en las tinieblas”. Presidió la misa del Jueves Santo en la parroquia de Oberlin. El domingo lo hará en el Neonatal.
Córdoba celebró la edición número 96 de la Manifestación de Fe, la tradicional procesión religiosa que la Iglesia Católica realiza todos los Jueves Santos por las calles del centro de la capital provincial.
El evento, una iniciativa original de los padres salesianos, partió, a las 21, desde la parroquia María Auxiliadora, ubicada en avenida Colón y Rodríguez Peña, en barrio Alberdi.
La procesión continuó por Colón hasta General Paz y, después, siguió por la calle 27 de Abril. El cierre fue en la explanada de la Catedral, en la Plaza San Martín.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, encabezó la peregrinación y, en su epílogo, pronunció un mensaje en el que trazó una profunda reflexión sobre la esperanza.