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En Córdoba, aumentaron un 55 por ciento los asesinatos de víctimas de asaltos

En Córdoba, aumentaron un 55 por ciento los asesinatos de víctimas de asaltos

En lo que va de 2015, delincuentes mataron a 14 vecinos en medio de episodios delictivos. Aunque resta un trimestre, la cifra ya superó a todo el registro del año pasado, cuando fallecieron nueve víctimas en robos.

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Cuando aún resta un trimestre para finalizar 2015, el registro de víctimas fatales por episodios de inseguridad en la ciudad de Córdoba ya superó a todo 2014: 55 por ciento de muertos más, según un relevamiento de La Voz del Interior.

De acuerdo con esta estadística, entre enero y septiembre fueron asesinadas 14 personas que eran objeto de un robo.

En todo 2014, fueron nueve las víctimas de la delincuencia que terminaron muertas en medio de un episodio delictivo.

Si a esta cifra también se le agregan los presuntos ladrones muertos (según la hipótesis judicial), surge que el año pasado murieron 18 personas en ocasión de robo, mientras que en los primeros nueve meses de 2015 ya se acumulan 23 casos fatales.

Esto significa que el incremento de muertes ya es del 28 por ciento, si se tiene en cuenta esta estadística ampliada.

Los datos pertenecientes a la actuación de la Justicia provincial se centran en homicidios cometidos durante hechos de inseguridad.

En estos crímenes, a diferencia de los casos de violencia urbana que son la principal causa de homicidios en la ciudad, las víctimas y victimarios no se conocían de antemano.

Cruel asalto

En el último de estos casos fatales, cerca de la 1 de ayer, fue asesinado de un balazo Adrián Brunori, un colectivero de 32 años, padre de un niño de 1 año y otro en camino, tras ser asaltado por un grupo de adolescentes en una vivienda de Alto Alberdi.

A pesar de haber sido trasladado al Hospital de Urgencias, Brunori, chofer de la empresa de ómnibus Autobuses Santa Fe, murió por las heridas abdominales provocadas por un proyectil de bajo calibre.

Los tres sospechosos detenidos durante el asalto tenían 16, 17 y 19 años y, según la Policía, todos registraban antecedentes por delitos contra la propiedad, especialmente el mayor de edad, identificado como Facundo Maximiliano Suárez.

De acuerdo con el relato de fuentes policiales y de la familia del colectivero asesinado, un móvil de la Policía sorprendió a los tres delincuentes en el interior de la casa ubicada en León Pinelo 457.

En la puerta se hallaba estacionado un Renault Sandero, con uno o dos hombres que actuaban de apoyo.

Cuando los uniformados pidieron identificación, el chofer huyó.

Ese vehículo reventó una cubierta varias cuadras después de la casa de los Brunori y fue abandonado en la esquina de San Luis y Vélez por “dos personas que bajaron corriendo”, según señalaron testigos.

Ese móvil policial ya había estado en la casa custodiando el ingreso de Brunori que volvió del hospital, donde había llevado a su mujer y al hijito de ambos.

Pero aparentemente, cuando llegó el hermano de la víctima, los jóvenes delincuentes se filtraron al interior.

Mientras Brunori se duchaba, los pistoleros encañonaron y redujeron a sus padres, a su hermano y a su cuñada.

La llegada de la Policía generó un tiroteo del cual habría surgido uno de los proyectiles que impactó en el abdomen de Brunori.

Una de las versiones sostiene que al haber avisado por teléfono desde el baño y al escuchar las sirenas de una patrulla que estaba llegando, uno de los jóvenes le disparó en represalia.

Otros dicen que se había resistido a los asaltantes.

En cambio, la mujer de la víctima, da otra versión.

Lo concreto es que alertados por las sirenas, los asaltantes huyeron por el fondo de la vivienda, tratando de sortear a la Policía por las tapias y techos de otras casas.

En esas circunstancias se produjo el tiroteo con los uniformados. Uno de los adolescentes fue herido en una pierna y Suárez en la escápula. Los tres terminaron apresados.

En cambio, están prófugos los ocupantes del auto.

Dolor y críticas

“Me arruinaron la vida, a toda mi familia, a mi hijo, sobre todo, que no va a conocer a su padre, no sé si se irá a acordar, es inteligente pero tiene 1 año y 4 meses, y se lo sacaron”, dijo entre lágrimas Natalia, la esposa de Adrián.

Además de mostrar su indignación con los delincuentes, la mujer manifestó: “La mayoría de los que entraron en la casa son los menores (de edad), no sé quién le pegó el tiro”, y contó que su marido se comunicó “rapidísimo” con ella, tras lo cual dio aviso a la Policía.

“No sé si hice bien o mal pero llamé a la Policía, para mí accionaron mal (los agentes), cómo van a tratar de agarrarlos dentro de una casa con una familia adentro sabiendo cómo se van a poner”, reflexionó.

“Estos chicos estaban ‘empastillados’, muy drogados y por eso reaccionaron así, se habrán ‘abatatado’; uno piensa por qué no llegaron, robaron y se fueron, por qué se llevaron la vida (de Adrián)”, agregó.

“Él les aconsejó que salieran por el patio, los acompañó, uno se trastabilló y creyó que los querían agarrar, se confundieron y lo mataron, me lo mataron”, manifestó.

La investigación

El fiscal de Distrito 1 Turno 5, Gustavo Dalma, que se constituyó en el lugar desde primera hora, manifestó que hasta anoche no había recibido el resultado de la autopsia, la cual puede aportarle datos interesantes para la investigación.

Para despejar algunas críticas respecto del origen de la bala que mató a Brunori, el fiscal señaló que “la Policía actuó con profesionalidad y no hizo disparos en el interior de la casa”.

Se presume que la bala que provocó la muerte es del calibre 22, el mismo de dos armas secuestradas a los delincuentes.

Respecto de la calificación legal que les cabe a los involucrados, particularmente Suárez, el mayor de edad, es “homicidio en ocasión de robo”. No obstante, la investigación aún es incipiente y podrían surgir algunos datos que pudieran hacer variar la figura penal a un “homicidio criminis causae ”, que supone cadena perpetua.

La Voz del Interior

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