El ciclo Los 8 escalones de los tres millones (El Trece) no solo ofrece entretenimiento, sino también la oportunidad de conocer historias reales. Una de ellas es la de Gabriela, participante del programa emitido en las noches de El Trece y conducido por Guido Kaczka. Cada concursante tiene sus razones personales para competir, pero la historia de Gabriela fue especialmente emotiva.

Durante una de las rondas del programa, conocida como “arriba o abajo”, en la que los concursantes deben seleccionar una de las dos opciones que se presentan en la pantalla, Gabriela captó la atención del público y del conductor. En un momento distendido, el conductor le preguntó a Gabriela, quien trabaja como manicurista, si ella misma se encargaba de su manicura. La joven confirmó que sí, pero que había optado por quitarse el esmalte recientemente ya que, según comentó, “las uñas deben descansar”. Luego, añadió de manera casual: “Fue porque venía una tras otra”.

Pero fue el motivo real detrás de su participación en el show lo que dejó a todos sorprendidos. “Los 3 millones serían bueno, por ejemplo, para cancelar deudas. Del almacén debe… “, leyó el conductor. “200 mil pesos al almacén”, mencionó Gabriela, dejando perplejo a Guido. Ante su expresión de asombro, ella confirmó: “Aproximadamente, sí”.

Sin embargo, las deudas no eran su única preocupación. La joven compartió una serie de desafíos que enfrentó recientemente. “Pero también deudas de préstamos, mucho, y encima desde julio me vienen pasando un montón de cosas, me robaron el celular a mi mamá y a mí, se rompió la tele”, dijo. Esta cascada de acontecimientos adversos sirvió de telón de fondo para su deseo de ganar el premio mayor del programa.

Uno de los incidentes que relató fue particularmente infortunado. Gabriela compartió con Guido y la audiencia cómo, tan solo tres meses después de haber adquirido un nuevo celular, fue víctima de un robo en plena calle. “Vino y nos manotearon el celular”, relató la participante con pesar.

Tras escuchar su testimonio, Guido, siempre atento y comprensivo, no pudo evitar mostrar su empatía ante la situación de la joven. “Ay Gabriela, Gabriela, que también sería un sueño el departamento, bueno, los premios”, expresó el conductor con sincero cariño.