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Jubilados y Pensionados autoconvocados organizan una olla popular

Jubilados y Pensionados autoconvocados organizan una olla popular

Este miércoles, el grupo Jubilados y Pensionados Autoconvocados de San Francisco llevará adelante una jornada de protesta que incluirá una olla popular frente a la Iglesia Catedral, a los pies del monumento al cura gaucho José Gabriel Brochero.

Se trata de una acción simbólica e impulsada por la necesidad y la convicción de visibilizar la crisis económica que afecta a los sectores más vulnerables.

“Es una jornada que realmente va a marcar un hito en San Francisco”, sostuvo Quique Baigorria, referente del grupo, quien destacó que “por primera vez en muchos, muchos años, los jubilados se van a manifestar contra las medidas económicas que están sufriendo”.

A partir de las 15 horas comenzarán con la preparación de los alimentos y desde las 18:30 se desarrollará la olla popular, que contará además con murgas y números artísticos.

“Vamos a hacer lo que todos los argentinos nos gusta hacer: charlar, compartir y comer”, explicó Myriam Bratti, quien también forma parte del colectivo. La consigna es clara: alimentar los cuerpos, pero también los vínculos y las conciencias.

Ambos referentes insistieron en que no se trata de una actividad festiva ni de una acción aislada. “Nos hubiese encantado, sinceramente, que no existieran las ollas populares. Pero nos vemos en una situación tan apremiante que es necesario hacer notar que la pobreza está, y está en todas partes. Incluso en la clase media”, explicó Baigorria.

La organización denuncia la dramática situación que atraviesan los adultos mayores frente al ajuste y la inflación:

“Con esta devaluación, los 345 mil pesos —incluidos los 70 mil del bono que está congelado desde diciembre— no alcanzan. ¿Qué va a hacer el que paga alquiler o necesita medicamentos que no tienen cobertura?”, cuestionó.

Bratti sumó otra reflexión: “No todos los jubilados están en la misma situación, pero muchos están pasando un muy mal momento económico y de salud. Por eso hacemos esto. Para que la gente se acerque, para que escuche. Revalidar la vejez. La vejez no contagia, enseña”.

La olla popular se presenta también como una forma de resistir a la invisibilización y el maltrato sistemático: “Parece ser que los viejos seríamos descartables. En otros países, a los viejos se los respeta, se los escucha. Acá parece que cuantos menos hay, mejor”, lamentó Baigorria.

“No tenemos derecho a una obra social digna. El PAMI no nos entrega sillas de ruedas, camas ortopédicas, insulina. ¿Por qué tenemos que vivir así?”.

Desde el colectivo invitan a toda la comunidad a sumarse: Que la gente vaya, que se sienta bien, que sepa que esto lo hacemos para todos los jubilados y pensionados. Lo más grave que puede pasar es que alguien quede sin comida y raspemos la olla, pero no va a haber ningún problema”, aseguraron.

La actividad cuenta con el apoyo de sindicatos, gremios y voluntarios que aportaron alimentos, utensilios y trabajo. Los representantes informaron que cuentan con un espacio físico en Av. Juan B. Justo 783, donde se reúnen todos los miércoles para planificar próximas acciones, y ofrecen asesoramiento legal gratuito a cargo de la abogada Natalia Contreras.

“Estamos luchando no solo por nosotros, sino por todos los que vendrán. Porque los derechos que hoy defendemos van a ser los vuestros”, expresó Bratti, y cerró con una imagen contundente:

“Hace de cuenta que somos náufragos de esta sociedad. Y necesitamos de estos artesanos de la vida que nos devuelvan las ganas de luchar”.

La cita es este miércoles desde las 18:30 frente a la catedral, con una olla encendida y muchas voluntades calientes. Porque, como dicen desde el grupo, “nadie se muere por no comer un día… pero tampoco tiene que pasar un solo día sin comer”.

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