Se trata de Pablo Curró, quien desde hace varios años dedica tiempo y esfuerzo al cultivo de zapallos ancos en una pequeña huerta, para luego distribuirlos de forma gratuita.
«Si alguien la está pasando mal y realmente lo necesitan, pueden pasar a buscar algunos coreanos y calabazas por mi casa. No es mucho pero espero les sirva», señaló el protagonista en sus redes sociales.
En diálogo con Radio Estación 102.5, contó que originalmente, los destinatarios eran organizaciones sociales y comedores, que trabajan con personas en situación de vulnerabilidad, pero ahora cosechó más de 1200 unidades, por lo que decidió que cualquier vecino que realmente necesite puede buscar.
El gesto no pasa desapercibido, las redes sociales se llenan de mensajes agradecidos y pedidos. Por medio de su perfil de Facebook Pablo Curró pueden contactarse las personas que lo necesiten para llevar un plato de comida a sus hogares.
En un contexto de dificultades económicas para muchas familias, su aporte se ha vuelto una ayuda muy valorada.
