
Este viernes, Lotería de Córdoba oficializó la adjudicación de casinos, hoteles y salas de tragamonedas a tres compañías privadas: CET S.A., Casino Victoria S.A. y Boldt S.A.. El proceso marcó el final del régimen de monopolio en la explotación de estos espacios en la provincia y dio paso a un esquema de operación con mayor competencia y diversificación.
El anuncio cerró un proceso licitatorio que, según la entidad, se desarrolló con «transparencia y criterios de eficiencia», y que busca dinamizar las economías regionales, principalmente en sectores ligados al turismo, el entretenimiento y la gastronomía.
Así quedó la nueva distribución:
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CET S.A. operará en Alta Gracia, Villa Carlos Paz, Cosquín, La Falda y Cruz Alta.
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Casino Victoria S.A. fue adjudicada en Río Ceballos.
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Boldt S.A. gestionará los espacios de San Francisco y Corral de Bustos.
En paralelo, la propia Lotería de Córdoba S.A. continuará administrando casinos en Embalse, Mina Clavero, Miramar, Cruz del Eje, Almafuerte, Villa María, General Roca, Laboulaye, Morteros y Río Cuarto.
Desde el organismo destacaron que esta apertura permitirá mejorar la calidad del servicio, ampliar inversiones en infraestructura y generar empleo local, en un sector que históricamente se mantuvo bajo control estatal directo.
Con esta medida, Córdoba se convirtió en una de las primeras provincias en desarticular el modelo de concesión única, apostando a una estructura mixta y descentralizada en el negocio del juego legal.