Durante el mes de mayo, más de 400 manos solidarias se reunieron todos los martes por la tarde en el Superdomo de San Francisco para tejer abrigos destinados a los niños, familias e instituciones de la comunidad que más lo necesitan.

Este esfuerzo colectivo no solo fue un acto de solidaridad, sino también una muestra de la capacidad de la comunidad para unirse y trabajar por un bien común. Al finalizar el mes, cinco organizaciones de la ciudad recibieron los abrigos producidos por las manos tejedoras solidarias.

Estas organizaciones beneficiadas fueron el Grupo Lucía, Red Solidaria, el Comedor “Los Pequeñitos”, Grávida San Francisco y la Dirección General de la Mujer, Género y Diversidad.

Los participantes de esta iniciativa, conscientes de la importancia de su labor, dedicaron su tiempo y habilidades para asegurar que aquellos en situación de vulnerabilidad recibieran la calidez y el apoyo necesarios.

Este proyecto no solo proporcionó abrigo físico, sino que también tejió lazos de solidaridad y esperanza dentro de la comunidad sanfrancisqueña.