
El profesional de la salud de Rafaela decidió conservar los fetos durante 15 años, de 2005 a 2019. Pablo Posetto, su representante legal, explicó los motivos por los que lo hizo.
Jorge Pérez, jefe del servicio de Anatomía Patológica del hospital Jaime Ferré, conservó en formol 257 cuerpos de bebés que murieron durante el embarazo.
Pablo Posetto, su abogado, habló con los medios y explicó el accionar que el profesional de la salud realizó durante casi 15 años, de 2005 a 2019.
“Es un tema de larga data, que motivó la aparición de ONGs e iniciativas de mamás. Cuando se da el fallecimiento de bebés menores a 20 semanas de gestación (y de menos de 500 gramos de peso), la práctica habitual es disponer de esos cuerpos como residuos, sin entregarlos a sus padres”, señaló.
“Los padres que los reclaman, han podido acceder al cuerpo. Descartar es enviarlos en una bolsa de basura para incinerar”, aclaró.
Y manifestó: “El doctor Pérez tiene una visión de los cadáveres como el reservorio de las personas. La mayoría de las veces van a la basura. La idea del doctor era llevar los cuerpos al cementerio. De manera legal”.
En ese sentido, Posetto indicó: “Hubiéramos impedido a familias visitar las sepulturas. Una mujer lleva tatuados los nombres de sus hijos en sus brazos. En muchos casos no pudimos conseguir los datos de las mamás”.
“Eran bebés deseados, de mamás que querían maternar. Es la pérdida de hijos. Dos de las mamás iniciaron el reclamo para inscribir a los nenes con su nombre, porque estaban como NN”, comentó.
Y añadió: “Al doctor (Pérez) le pasaba que terminaba de hacer la evisceración y al momento de tomar la decisión si correspondía arrojarlos a una bolsa de residuos su conciencia le indicaba que no era el destino más adecuado para el final de esos cuerpos y optó por reservarlos para ver qué podía hacer”.
Hasta el momento, la justicia ordenó que se contacte a las familias de esos fetos. Hasta ahora, de 241 notificaciones sólo seis padres retiraron los bebés para darles sepultura.