
El robo de ganado en la región vuelve a generar alarma entre los productores agropecuarios, quienes advierten sobre la reiteración de estos delitos y la falta de respuestas efectivas.
Un nuevo episodio de abigeato encendió las alarmas en la comunidad rural de Angélica, donde los productores agropecuarios manifiestan una creciente preocupación ante la reiteración de este tipo de delitos que, aseguran, se repiten con impunidad en distintas zonas del departamento Castellanos.
En esta oportunidad, el hecho tuvo lugar en un establecimiento agropecuario ubicado a escasa distancia del cruce entre las autovías nacionales 34 y 19, sobre la traza de esta última, a la altura del kilómetro 73. Según informaron allegados a la propietaria del predio, el miércoles por la tarde se descubrió la faena clandestina de un animal vacuno de raza Hereford, de aproximadamente 350 kilos en pie, en una zona del campo destinada a la cría.
Lo más llamativo del caso fue la ausencia total de signos de ingreso forzado. Al momento del hallazgo, los accesos al campo se encontraban cerrados con candado y sin daños visibles, lo que lleva a presumir que los delincuentes actuaron con conocimiento del lugar y aprovecharon un momento sin movimiento en el predio para llevar a cabo el ilícito.
El animal fue sacrificado cerca de la manga y solo quedaron restos dispersos, evidenciando que se llevaron prácticamente toda la carne. Este modus operandi ha sido señalado en reiteradas ocasiones por los productores como una práctica común en zonas rurales poco vigiladas, donde los delincuentes aprovechan la falta de controles para moverse con facilidad por caminos secundarios.
La causa fue caratulada como “Abigeato” y tomó intervención la Fiscalía de turno. Personal policial realizó una inspección ocular y levantó un croquis demostrativo del lugar del hecho, en el marco de lo establecido por el artículo 163 del Código Procesal Penal. A su vez, se dio aviso a la Brigada de Los Pumas, encargada de la investigación de delitos rurales.
Otro hecho en la misma jornada
La jornada se tornó aún más preocupante cuando se confirmó otro caso de similares características en la zona rural limítrofe entre Villa San José y Susana. Allí, delincuentes faenaron una vaquillona de raza Holando de aproximadamente 400 kilos, llevándose el costillar y los cuartos, y dejando el resto del cuerpo abandonado en el predio.
El hecho habría ocurrido entre el lunes y el miércoles en un campo ubicado a varios kilómetros de la Ruta Nacional N° 34, en cercanías del kilómetro 213. La fiscalía a cargo del Dr. Guillermo Loyola intervino y ordenó remitir las actuaciones también a la Brigada de Los Pumas.
Ambos hechos refuerzan la inquietud del sector agropecuario, que denuncia una creciente inseguridad en las zonas rurales y exige una mayor presencia policial y estrategias efectivas para prevenir este tipo de delitos.
«Estamos desprotegidos»
Piden mayor patrullaje, refuerzos en los controles rurales y la implementación de tecnologías de vigilancia para disuadir a los delincuentes. La preocupación crece, junto con la sensación de impunidad que rodea a este tipo de crímenes, que afectan directamente la producción y el sustento de las familias del campo.