
«En los próximos meses seremos capaces de garantizar envíos gratuitos de 25.000 a 50.000 toneladas de granos a Burkina Faso, Zimbabwe, Mali, Somalia, República Centroafricana y Eritrea».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, abrió la cumbre Rusia-África en San Petersburgo con una promesa de enviar cereales gratis a seis países africanos, en un momento de temor frente a la posible escasez de alimentos tras la retirada rusa del acuerdo de granos ucranianos.
El líder del Kremlin abrió la cumbre Rusia-África en San Petersburgo con la promesa de realizar «envíos gratuitos de 25.000 a 50.000 toneladas de granos a Burkina Faso, Zimbabwe, Mali, Somalia, República Centroafricana y Eritrea».
«Buscamos participar de manera activa en la formación de un sistema de distribución de recursos más justo, hacemos esfuerzos máximos para impedir una crisis alimentaria global», dijo el mandatario al intervenir en una sesión plenaria del encuentro que termina mañana y que, según Moscú, cuenta con representantes de 49 países africanos.
El mensaje de la cumbre se enfocó en un tema candente: el abandono por parte de Moscú de un acuerdo crucial que en el último año permitió a Ucrania exportar sus cereales que habían quedado bloqueados por la guerra.
Ese pacto creó un corredor seguro por el mar Negro que permitió sacar de la zona de conflicto casi 33 millones de toneladas de granos, incluyendo 725.000 toneladas para el Programa Mundial de Alimentos de la ONU destinados a la población de Afganistán, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Yemen.
Más allá de la ayuda directa a estos países necesitados y la venta a otros en vías de desarrollo en África y Medio Oriente, el desbloqueo a las exportaciones fue clave para bajar los precios mundiales en el trigo, maíz, cebada y aceite de girasol.