Sofía Cohn, jugadora de pádel y multifacética profesional, nos contó acerca de su trayectoria.
Este fin de semana, Sofía, junto a su compañera Fernández, de Porteña, tuvo una destacada participación en el torneo Miss Pádel. «Nos arriesgamos un poco, pero la verdad es que nos fue muy bien», comentó Sofía con entusiasmo. «El resultado fue excelente, así que estamos chochas», agregó, reflejando su alegría por el éxito obtenido.
El torneo, que tuvo lugar en el evento organizado por Nadia, culminó con una final muy reñida. Sofía y su compañera se enfrentaron a Piru y Mariana en un partido que se resolvió con parciales de 7-6 y 6-3. «Fue una final muy linda», dijo Sofía, que recordó que Mariana fue una conocida rival de su época en el tenis cuando era más joven.
Sobre sus logros en el pádel, Sofía mencionó que ya ha llegado a varias finales y ha ganado títulos. A pesar de su éxito, se muestra abierta a nuevos desafíos: «Soy media de pegar el salto, no me asusta el riesgo», expresó, refiriéndose a su disposición para subir de categoría en el deporte.
Sofía, quien actualmente juega en ligas y torneos de pádel, también se enfrenta a la realidad de equilibrar su vida profesional y personal. Además de ser una apasionada jugadora de pádel, es martillera, corredora pública y docente en el nivel superior. «Siempre fui muy inquieta. Me gusta tener mil cosas para hacer», confesó. Su día a día incluye enseñar estadística y economía en el San Martín y en otros colegios, mientras maneja una inmobiliaria.
La pasión de Sofía por el pádel comenzó como una curiosidad durante sus años de tenis. «Empecé con unas mamás del cole y me enganché. Es un deporte muy atrapante», señaló. Aunque a veces su agenda puede ser complicada, especialmente con dos hijos pequeños, Sofía encuentra formas de disfrutar el deporte y compartirlo con su familia.
«El pádel es muy sociable. Nos reímos y pasamos un buen rato, ya sea antes o después de los partidos», comentó, aludiendo a la camaradería que caracteriza al deporte. Su familia también está involucrada, con su marido jugando y sus hijos mostrando interés por el deporte.
A pesar de los desafíos, Sofía mantiene un equilibrio admirable entre sus responsabilidades profesionales, familiares y su pasión por el pádel. «Es todo un tema, pero lo hago con gusto. Siempre trato de meterme en algo, ya sea dos, tres o cuatro torneos al mes», concluyó con una sonrisa.