
El hecho ocurrió en B° San Javier de la capital cordobesa. La víctima debió ser operada
Una mujer de 72 años fue brutalmente atacada por un perro pitbull en el barrio San Javier de la ciudad de Córdoba. El hecho ocurrió pasadas las 10 de la noche del jueves, cuando la víctima salió a barrer la vereda de su casa y fue sorprendida por el animal, que presuntamente se habría escapado de una vivienda cercana.
Según testigos, la señora no pudo defenderse y sufrió heridas graves en el rostro, el cuello, la clavícula y los brazos. Una vecina alertó a los servicios de emergencia, y la Policía logró capturar al perro. La mujer fue trasladada de inmediato al Sanatorio Aconcagua en el barrio de Nueva Córdoba, donde debió ser intervenida quirúrgicamente debido a la gravedad de sus lesiones.
El doctor Nicolás Frías (Matrícula 44607/9), cirujano del sanatorio, brindó detalles sobre el estado de la paciente indicando que habría ingresado cerca de la medianoche con una crisis nerviosa contenida en la guardia. “Se le realizó un lavado profuso de las heridas y suturas de aproximación con el equipo de cirugía plástica. Fue una cirugía extensa, ya que presentaba heridas en la cara, cuello, brazos y clavícula. Muchas de las mordeduras podrían haber afectado arterias y provocado daños irreversibles, pero afortunadamente no fue así. Tuvo mucha suerte», explicó el médico.
Este nuevo caso de ataque de perros potencialmente peligrosos reaviva el debate sobre la seguridad y la tenencia responsable de estos animales, sobre todo en un contexto donde recientemente se confirmó el inicio del juicio por el caso de Trinidad, la joven de 15 años que perdió la vida tras ser atacada por dos perros dogos en barrio Estación Flores en julio de 2023.
El caso de Trinidad y la regulación sobre perros peligrosos
La Cámara de Acusación elevó a juicio la causa contra José Luis Nieto, dueño de los dos dogos que mataron a la adolescente. Nieto, de 57 años, enfrenta cargos por homicidio simple con dolo eventual, un delito que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión. La querella, representada por el abogado Carlos Nayi, señaló que el acusado ya había sido condenado en 2022 por ataques previos de sus perros y que no cumplió con las medidas de seguridad impuestas.
El trágico hecho ocurrió el 9 de julio de 2023 en calle Bucarest al 4.800, cuando Trinidad caminaba por la zona y fue atacada por los dos dogos que se habían escapado de la vivienda de Nieto. Un vecino intentó socorrerla y también fue agredido. Los perros continuaron su ataque e ingresaron a otra casa, donde habrían intentado atacar a una niña. En un acto de desesperación, el padre de la menor mató a uno de los canes con un cuchillo. Trinidad sufrió heridas de extrema gravedad y falleció poco después.
El caso generó una fuerte conmoción en la sociedad cordobesa y puso en agenda la necesidad de una legislación más estricta sobre la tenencia de perros de razas peligrosas. Vecinos del barrio Estación Flores realizaron múltiples marchas exigiendo justicia, mientras que organizaciones animalistas debatieron sobre el equilibrio entre la protección de estos animales y la seguridad pública.
A raíz de este trágico suceso, la ciudad de Córdoba implementó la Ordenanza Trinidad, una normativa aprobada por el Concejo Deliberante en 2023 que busca reforzar la seguridad en la tenencia de perros potencialmente peligrosos.
Las razas a las que la ordenanza considera potencialmente peligrosas se encuentran los rottweiler, pitbull terrier, dogo argentino, fila brasileiro, american staffordshire, staffordshire bull terrier, mastiff, bullmastiff, doberman, dogo de Burdeos, mastín napolitano, bull terrier, presa canario, akita inu y las cruzas que resulten de alguna de las anteriormente mencionadas.
El nuevo ataque reaviva el debate sobre la tenencia de perros peligrosos.
Entre sus principales disposiciones, establece que los dueños de estas razas deben inscribir a sus mascotas en un registro municipal obligatorio. Además, impone estrictas medidas de seguridad, como el uso de bozales y correas reforzadas al circular en la vía pública, y exige que las viviendas cuenten con cercos de altura adecuada para evitar fugas.
Otra de las exigencias clave es la contratación de un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles daños a terceros en caso de ataques. Asimismo, se implementaron sanciones severas para quienes incumplan la normativa, con multas y posibles responsabilidades penales si los ataques resultan en consecuencias graves. La ordenanza también establece la capacitación obligatoria para los propietarios de estos perros, quienes deben asistir a cursos de adiestramiento y tenencia responsable. Finalmente, se exige un control veterinario frecuente para evaluar la salud y el comportamiento de los animales registrados, con revisiones periódicas que permitan detectar posibles riesgos.