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Yvonne y Robinson, los cazadores de tesoros

Yvonne y Robinson, los cazadores de tesoros

Yvonne y Robinson son un matrimonio de nuestra ciudad que se sumergieron en el mundo de la restauración de muebles antiguos. La pareja va a remates por toda la zona buscando algunos «tesoros» para poder darles otra onda.

Robi es un profesor de geografía pero también es un autodidacta y un emprendedor nato. Lo conocen como una especie de «MacGyver». En cambio, Yvonne es arquitecta y directora creativa de «Restyling Casa de Tesoros«.

Se conocieron en el sur de la Argentina y allí decidieron armar un emprendimiento. «Un día dijimos ya no queremos ser más empleados, queremos cambiar. No sabíamos qué podíamos hacer, igual la idea siempre nos picó que queríamos hacer algo juntos, queríamos emprender». manifestó el matrimonio.

Por otra parte, indicaron que buscaban un cambio de rumbo para su vida. «Queríamos salir de la profesión de cada uno y de hacer algo juntos. Pero no teníamos ni idea de qué sería. Después nos mudamos para San Francisco y nos tomamos una año para decidir que hacer», explicaron.

«Teníamos unos ahorros, podíamos darnos el lujo de esperar un poco y ver qué pasa. Nosotros queríamos amueblar nuestra casa y surgió que empezamos a buscar en el mercado las casas de decoración o mueblerías. En ese momento nos dimos cuenta que no había muebles que nos gustaran y no había nada que nos hiciera sentir pertenencia», agregaron.

La búsqueda de los tesoros

La pareja al no encontrar los muebles que querían, se dieron cuenta que les gustaba mucho «buscar tesoros» para ellos. «Nosotros somos muy de lo emocional y de que las cosas que llevamos a casa tienen que tener algún significado para nosotros. El significado se lo empezamos a encontrar cuando dijimos que íbamos a ir a buscar a compraventas o remates y ahí empezó todo», añadieron.

«Nos empezó a gustar esto de empezar a encontrar esos tesoros,  los empezamos a personalizar. Siempre nos gustó el tema de somos autodidactas, entonces era probar, ver qué onda para ver si nos gustaba. Ahí empezaron amigos y gente de familia a preguntarnos si podíamos hacer para ellos», señalaron.

La transformación

Al empezar un nuevo emprendimiento, los cambios son un poco bruscos al principio, eso les paso al matrimonio, en donde su vivienda se vio afectada. «Nuestra casa ya se empezó a transformar en cualquier cosa, porque el garaje era el taller. El patio se empezó a llenar de un montón de cosas de muebles que empezaban a traer. Entonces un día dijimos che, ¿Qué onda esto? acá pasa algo», afirmaron.

En este marco, explicaron: «Se nos prendió la luz y dijimos bueno, estábamos buscando una señal de qué podíamos aportarle a esta gente y parecía que la señal era los muebles».

La pasión de los remates

No solamente es la pasión de remodelar y restaurar sino que también la de buscar los tesoros en los remates. «Nos gustó la onda de ir a los remates,  fue como un vicio, era como era el club de los sábados, teníamos que estar sí o sí, viajábamos a la zona, empezamos a conocer gente en la zona», destacaron.

A su vez, informaron que en la zona que vivimos es un gran lugar para conseguir antigüedades. «No en todos los lugares del país hay muebles antiguos como hay acá, acá tenés toda una comunidad de italianos en donde vos tenés la materia prima. Nosotros acá es nuestra salsa, nosotros tenemos la materia prima, acá la transformamos y luego lo que estamos haciendo es enviarla a todo el país», explicaron.

Los muebles tienen vida

Para Yvonne y Robinson los muebles tienen vida, tienen maneras de explicar lo que necesitan y de alguna manera se pueden comunicar con estos objetos. «El mueble nos habla, es como que es otra persona,  es mirarlo, saber, escuchar, entender. Y ahí surge la parte de restyling que es la transformación para mejor», señalaron.

«La gente tiene sus tesoros que son de su familia, entonces hay gente que viene y nos dice lo tengo guardado y esta la oportunidad porque lo quiero usar, lo quiero poner, lo quiero que viva con nosotros y no tenerlo guardado porque no lo vemos bien. Entonces todo ese tipo de cosas nos hace sentir bien», manifestó la pareja.

La relación con la serie

El programa «Cazadores de Tesoros» lo dirigen Mike Wolfe y Frank Fritz, que viajan por todo el medio oeste de Estados Unidos en una Mercedes-Benz Sprinter, así como el este y el sur. Se dedican a la compra de antigüedades y objetos de colección.

Ellos trabajan con Danielle Colby-Cushman, que dirige la oficina de su negocio de arqueología antigua, desde su base en Le Claire, Iowa. Danielle investiga posibles pistas, y Mike y Frank localizan a los vendedores en el camino.

En este sentido, la relación con Ivonne y Robison es inevitable puesto que remarcaron que consumen la serie y en algún punto se sienten identificados en buscar tesoros para luego poder restaurarlos.

Por Luis «Pitu» Giordano

 

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