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El martes buscarían a «Pocholito»

El martes buscarían a «Pocholito»

El martes 2 de mayo personal de la brigada de Investigaciones de la Departamental San Justo de Policía de San Francisco, estaría viajando a la santafesina población de Coronda a fin de buscar a Alan Catriel Martínez, capturado el viernes a la noche en Puerto Gaboto. Vivencias de la Policía y vecinos de Puerto Gaboto, donde se arrestó a «Pocholito».

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De acuerdo a lo puesto en conocimiento de Romeo Lanata, colaborador de LA OPINION online en Frontera y San Francisco «mediante presentación de un exhorto del Juzgado de Menores policías de Investigaciones de la Departamental San Justo de San Francisco, el venidero martes en Coronda obtendrían el correspondiente permiso para trasladar a ‘Pocholito’ Martínez».

De acuerdo a la fuente en que se abrevó «el pibe tiene pendiente entre otros hechos, un abuso de arma contra una pareja en un sector del barrio La Milka (San Francisco), una tentativa de robo calificado (con uso de arma de fuego) cuando trató de sustraer una motocicleta, y el robo de una moto en Balnearia (donde vive su abuelo el «Petiso» o «Averigüe» Allende), rodado que policías de Frontera secuestraron cuando fueron repelidos a tiros en la zona de eucaliptos, y el muchachito se dio a la fuga».

Por otra parte, junto a su novia (Nicol Valentina Ghigo, puesta a disposición del Juzgado de Menores de Rafaela posterior a haber sido detenida en Frontera portando una pistola calibre 22 con varios proyectiles, uno de ellos en la recámara), en territorio santafesino deben responder por un asalto a un camionero a la vera de la ruta nacional 19, jurisdicción de Josefina, donde el obrero del volante fue baleado en la espalda.

PUERTO GABOTO: LA POLICIA Y VECINOS

La santafesina población de Puerto Gaboto se ubica en una margen del Río Carcarañá antes de desembocar en el Paraná, y de acuerdo al censo de 2010 contabilizaba 3.000 habitantes. En la actualidad esa cifra se ubicaría en 4.500.

«Para nosotros fue un gran alivio poder atraparlo, porque se había creado una gran psicosis en el pueblo», comentaron policías locales, y agregaron «era como un ‘fantasma’. La gente lo veía, alertaba, íbamos y no lo veíamos. No era que se nos escapaba o que teníamos miedo de agarrarlo como decían los comentarios en la las redes sociales»

También señalaron que «simplemente era que ya no estaba más o se escondía, si es que verdaderamente lo habían observado. Las madres, por miedo preguntaban si podían llevar sus hijos a la escuela, los negocios cerraban temprano, apenas oscurecía la gente se encerraba en sus casas. Para nosotros (la Policía) fue un alivio detenerlo, porque fue producto de sacrificio. Así pudimos demostrar nuestro desempeño eficaz, y la unión de todo el personal de la Comisaría. Fue un orgullo ver que mucha juventud de acercó a la dependencia que está frente a la Plaza, en reconocimiento a nuestra labor y para felicitarnos».

Fuente: La Opinión de Rafaela

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