Este fin de semana, San Francisco se convertirá en el epicentro del motocross provincial cordobés. El evento, se celebrará el Sábado 17 y Domingo 18 de agosto
Tito, uno de los organizadores, asegura que la pista está casi lista: “Prácticamente está todo listo, falta ultimar algunos detalles”. A pesar de la preocupación por el clima, Tito confirma que “siempre se corre lo mismo llueva o no”, y añade que el objetivo principal es “que el público se divierta”.
El pronóstico del tiempo parece favorable, con temperaturas entre los 9 y 23 grados durante el fin de semana. “El frío puede mermar un poquito, pero el circuito es lindo y fácil de llegar”.
La pista ha sido probada recientemente con gran éxito. “Vinieron 50 pilotos, la mayoría de afuera”, señala Tito. Esta participación externa destaca la relevancia del evento en el circuito provincial. El campeonato contará con varias categorías, desde principiantes hasta expertos, y se realizarán pruebas libres y clasificaciones desde el sábado por la mañana.
Una de las sorpresas locales será la participación de Felipe, un piloto de San Francisco que había dejado el motocross por motivos personales, pero que ahora ha regresado con el apoyo de un nuevo sponsor. Tito explica: “Felipe había dejado la moto por problemas de trabajo, pero ahora consiguió una moto prestada y está listo para competir”.
El evento no solo atrae a pilotos y aficionados del motocross, sino que también moviliza a la ciudad. “Todos los que vienen de afuera generan movimiento en la ciudad, compran, visitan y se mueven por San Francisco”, destaca Tito.
Los organizadores también han puesto especial cuidado en las condiciones del circuito y en los servicios disponibles para el público. Tito asegura que “el predio está limpio y en óptimas condiciones” y que habrá un buffet para los asistentes, aunque esta vez será gestionado por un servicio externo.
A pesar de los esfuerzos, Tito y su equipo enfrentan desafíos. La falta de nuevos dirigentes y el trabajo de los actuales miembros son una preocupación constante. “Somos tan pocos que a veces se vuelve difícil mantener el ritmo”, comenta Tito.
