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Proponen una ley de emergencia en salud mental y adicciones para Córdoba

Proponen una ley de emergencia en salud mental y adicciones para Córdoba

En una visita a la ciudad de San Francisco, el legislador provincial Rodrigo Agrelo, acompañado por el coordinador local Diego Castillo, abordó en Radio Estación 102.5 la crisis de salud mental y adicciones que afecta a la provincia.

Agrelo remarcó la urgencia de actuar sobre las causas del problema y no solo sobre sus consecuencias, al tiempo que adelantó detalles sobre un nuevo proyecto de ley de emergencia en salud mental.

“Siempre es un gusto volver a San Francisco, una ciudad con mucha vocación de trabajo”, comenzó Agrelo, quien recorre semanalmente el interior provincial como parte de su tarea legislativa para “palpar lo que va pasando en cada lugar”.

Su foco estuvo puesto en un tema que, según él, “se está dando con una enorme gravedad”: el aumento del consumo de drogas entre jóvenes y su vínculo directo con los delitos y el deterioro de la salud mental.

“El problema está en las causas. ¿Por qué un chico joven, hijo de dos trabajadores, se les escapa de las manos?”, se preguntó Agrelo, al describir una realidad cotidiana donde la falta de contención y oportunidades deja a los adolescentes a merced de las adicciones. “Hemos dejado entrar a la droga por indiferencia, por cobardía y por complicidad de la política”, sentenció.

El legislador expresó su escepticismo ante el proyecto nacional de baja de edad de imputabilidad. “No me ilusiona ese proyecto como solución. En Brasil se hizo y no resolvieron el problema. Creo que le están vendiendo a la gente espejitos de colores”, opinó. Y añadió: “Cada vez hay más represión, pero los problemas no cambian. Hay que cambiar el énfasis e ir a las causas”.

Agrelo detalló su propuesta de crear “consejos de promoción juvenil” para que el Estado vuelva a los barrios y ayude a los jóvenes a construir un proyecto de vida. “Cuando un chico tiene proyecto de vida, es más difícil que quede pegado a la droga”, explicó.

El eje de su planteo es un proyecto de ley de emergencia en salud mental, que ya cuenta con el respaldo de legisladores de tres partidos políticos.

La propuesta incluye campamentos educativos, visitas a fábricas y universidades, y contacto con el arte y el deporte. “Presentamos este proyecto cinco legisladores: tres radicales, uno del Frente Cívico y yo, de Encuentro Vecinal”, indicó Agrelo.

El legislador aportó datos preocupantes: “El 75% de los pacientes del sistema de salud mental provincial son pacientes duales, es decir, que padecen una patología psíquica y un consumo sostenido de drogas”. Y agregó que “un tercio de los cordobeses no tiene obra social, lo que dificulta el acceso a la medicación psiquiátrica”.

Entre las propuestas concretas del proyecto figuran:

  • Reapertura de instituciones de contención prolongada con puertas cerradas para pacientes con consumo severo.
  • Creación de un fondo con recursos provenientes de multas de tránsito para garantizar el acceso a medicación.
  • Recuperación de la formación de psiquiatras, especialmente en el interior provincial.
  • Reorientación de parte de la inversión en publicidad oficial hacia campañas de prevención del consumo.

“Un paciente con consumo severo no es libre, está preso de su adicción. Necesita ayuda para recuperar su voluntad”, sostuvo Agrelo, al defender la necesidad de modificar la actual Ley de Salud Mental para permitir internaciones prolongadas en instituciones cerradas.

Por su parte, Diego Castillo profundizó sobre el impacto social de las adicciones: “El problema de la droga no es solo del adicto y su familia. Es un problema de todos. Cualquiera puede ser víctima de un asalto cometido por alguien en consumo. Es un flagelo social”.

Castillo describió el inicio del consumo como un proceso muchas veces marcado por la “ingenuidad y la búsqueda de pertenencia”: “El que empieza a consumir cree que lo puede controlar. Hasta que la adicción te pasa por encima y ya no tenés más voluntad”.

Ambos coincidieron en la necesidad de encarar el problema sin bajar los brazos. “No queremos bajonear a la gente, pero es momento de animarse a plantear este debate. La droga no pregunta de qué partido sos. Cuando entra a tu casa, se resquebraja la familia”, concluyó Agrelo.

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