
El Juzgado Civil, Comercial y de Familia de Tercera Nominación de San Francisco desestimó una demanda presentada por un motociclista que reclamaba una indemnización tras haber chocado con un caballo en la vía pública.
El hecho ocurrió en una zona periférica de la ciudad, al anochecer de un domingo, y como consecuencia, el conductor habría sufrido una incapacidad permanente del 18 %.
El juez Carlos Ignacio Viramonte consideró que no existió una omisión imputable al municipio, ya que no había denuncias previas que alertaran sobre la presencia de animales sueltos en esa área. En su fallo, el magistrado señaló que para responsabilizar al Estado local en este tipo de casos, debe comprobarse que la situación era previsible o que se habían realizado advertencias específicas.
“El municipio tiene la obligación de retirar animales sueltos, pero su responsabilidad surge únicamente cuando fue notificado de su presencia y no actúa en consecuencia”, explicó el juez.
Asimismo, indicó que si se hubieran registrado denuncias reiteradas sobre este tipo de situaciones en la zona, se podría haber exigido una acción preventiva concreta.
Dado que no se presentaron pruebas que acrediten una advertencia previa —ni llamadas al número de emergencia ni comunicaciones formales al municipio—, el hecho fue considerado como un suceso imprevisto e inevitable para la administración local.
Por lo tanto, el tribunal concluyó que no correspondía responsabilizar al Estado municipal por el accidente, al no haberse configurado una falla en el deber de prevención.