En el centro de la ciudad de San Francisco hay un kiosco de diarios y revistas histórico. Se trata de «Los porteñitos», comercio que le pertenece a Rodolfo Bazán. Un negocio familiar que es muy querido por parte de todos los vecinos.

En este sentido, dialogamos con el dueño del local y comentó su historia. «El kiosco era de mi padre que en el año 62 compró un kiosco, él trabajaba en una estación de servicio, le prestaron plata y pudo comprar el kiosco. Gracias a eso fuimos avanzando, con el tiempo fuimos creciendo mucho, después en el 76 se pasó a la vereda», expresó Bazán.

Por otro lado, desde el 76 hasta la actualidad, el kiosco se fue modificando de gran manera. «El kiosco ya tiene 62 años en funcionamiento, lo comenzó mi papá, ahora estoy yo y lo siguen mis hijos, quiero que se siga la tradición, mi pibe se inició conmigo y hoy está laburando acá», explicó el comerciante.

Rodolfo nunca olvidó el consejo que una vez le dio su padre sobre el kiosco. En este marco, el kiosquero comentó: «Mi papá me dijo que si sabía atender bien el kiosco, atender bien a los clientes y tener buenos horarios, el puchero nunca me iba a faltar. Gracias a Dios esto es así, la comida nunca falta. Tuvimos suerte, mi papá y yo nos pudimos comprar una casa por el kiosco».

Cabe destacar que el lugar se llama «Los Porteñitos» porque la familia de Rodolfo vienen de Buenos Aires y por eso surgió ese nombre.

Ante la pregunta si era posible un retiro de la atención del kiosco de chapa, Bazán argumentó entre risas: «Yo creo que me voy a morir dentro del kiosco, hasta ahora nadie quiere seguir, no hay suplencias». Asimismo, agregó: «El kiosco para mi vida es todo, es mi familia, es todo».

Con respecto a los días en donde el lugar está abierto, Rodolfo detalló: «Está abierto todos los días, excepto navidad, año nuevo, primero de mayo y viernes santo, sólo cuatro días nos tomamos en el año, al otro día nos tenemos que levantar a repartir el diario».

Un situación complicada para los kioscos de diarios y revistas

Con respecto al contexto actual de los kioscos de diarios y revistas, Bazán aclaró: «La situación está complicada, parecería ser que dentro de un tiempo el diario va a desaparecer pero siempre hay gente que le gusta leerlo en el papel, pero lamentablemente quedan muy pocos».

Siempre un lugar para charlar

Una particularidad de «Los Porteñitos» es que siempre hay algún cliente charlando con Rodolfo o con su mujer, Alicia. Siempre en el comercio te dan una silla para que te puedas sentar, tomar un mate y conversar con ellos.

«Siempre hablamos con los clientes, siempre viene uno a charlar, eso hace que nos pasen las horas muy rápido y podamos atender con mucho mejor humor», concluyó.

Primer kiosco de la Familia Bazán , en el centro del cantero. Luego continuaría su legado Rodolfo Bazán. Toda la familia participó en alguna época, sus hijas Nancy y Marisel , actualmente su hijo Diego y su nieto Juan Pablo en algunas oportunidades.

Por Luis «Pitu» Giordano