
San Isidro vivió anoche una verdadera batalla en el estadio Antonio Manno para consagrarse campeón del Torneo Apertura, tras derrotar a Deportivo Viedma 88-79. A pesar de haber ganado con autoridad los dos primeros juegos del Final Four, el equipo local tuvo que luchar hasta el último segundo para asegurar el título.
Sebastián Porta, entrenador de los Halcones Rojos, se mostró satisfecho pero reflexivo sobre lo sucedido en el partido. “Estoy muy feliz, muy contento, sobre todo por el grupo de jugadores, por el trabajo realizado. También por la dirigencia que apostó a jugar de local, y por todo el esfuerzo que se hizo para que llegáramos hasta acá”, comenzó diciendo un tranquilo Porta, quien celebró el logro con mucha calma.
El encuentro no fue fácil. Si bien San Isidro logró una ventaja significativa en los primeros cuartos, Deportivo Viedma reaccionó con fuerza y generó dudas en los locales. Porta admitió que en ciertos pasajes del partido su equipo no estuvo tan sólido. “Nos faltó fluidez, abusamos un poco del dribbling y no fuimos tan agresivos como deberíamos haber sido”, reconoció el entrenador.
No obstante, a pesar de las dificultades, Porta destacó la importancia de los momentos decisivos. “En el basquet moderno, ganar por 14 o 15 puntos no marca una diferencia real. Lo importante es cómo manejás los cierres, cómo manejás la presión. Por suerte, la moneda cayó de nuestro lado y pudimos cerrarlo bien”, afirmó.
El entrenador también elogió a su rival, que había llegado invicto a la final, con un récord de 8 victorias en los cuadrangulares. “Viedma es un gran equipo, y sabíamos que iba a tener una reacción en algún momento. A pesar de no encontrar siempre nuestra mejor versión, logramos llevarnos el título”, concluyó Porta.