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El Obispo Sergio Buenanueva se refirió a los abusos en contextos eclesiales

El Obispo Sergio Buenanueva se refirió a los abusos en contextos eclesiales

Desde el 3 de septiembre se está llevando a cabo en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) el 2° Encuentro de las Comisiones Episcopales de Prevención de Abusos de América latina y el Caribe.

Uno de los representantes de Argentina, monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, provincia de Córdoba, junto con  la Dra. María Inés Franck, compartió el trayecto de la Comisión ad hoc que hace lo propio desde el citado país austral.

Trayectos

“Coordino con otros el Consejo Pastoral conformado en 2017. El primer acercamiento que los obispos argentinos tuvimos al problema de los abusos fue en el año 2010. Lo planteamos desde la Comisión de Ministerios —que yo integraba en aquel momento— y fue marcadamente jurídico: qué tenemos que hacer y cuánta menos plata tenemos que pagar, para decirlo de una manera brutal”, detalló monseñor Sergio con crudeza y llevó a la conversación un momento bisagra:

“Dos obispos argentinos participamos en el simposio de 2012 que organizó la Santa Sede con la Universidad Gregoriana. Fue muy impactante. Comenzó con el testimonio de una víctima, que escuchamos en un silencio sepulcral, éramos más de 200 obispos. Creo que ahí se produjo un click importante”.

Después llegó la instancia de instalar el tema en el episcopado, “fueron surgiendo los casos de sacerdotes abusadores que repercutieron mucho en la opinión pública, sobre todo uno: el del padre Julio César Grassi, que todavía está en un largo proceso judicial y está preso. Después surgieron en algunas diócesis casos muy fuertes, los dos tal vez más impactantes han sido Paraná y en mi diócesis de origen, Mendoza”.

 

Las Líneas Guía, y aprendiendo de y con Chile

“En 2013 preparamos las primeras Líneas Guía mientras que nuestra referencia fueron los protocolos de Chile, los visitamos incluso para que nos compartieran la experiencia que tenían; eso fue para nosotros muy valioso”, recordó Buenanueva.

Y señaló una respuesta sencillamente humana ante los abusos que se iban conociendo: “Los obispos siempre han seguido el tema con interés creciente aunque, como nos pasa a todos, hoy se nota el peso de este tema que pesa en el corazón muchísimo, por eso también una línea de acción que hemos tenido en el Consejo es tratar de velar por la persona del obispo, ver cómo acompañar en este proceso”.

En el 2018-2020 llegó el tiempo de la actualización de las Líneas Guía y también de la renovación de los miembros del Consejo Pastoral que se espera para fin de este año. Y definieron también su perfil como Comisión: “asesorar a los obispos, dependemos de las comisiones ejecutiva -presidente, los dos vice y el secretario-, asesorar a obispos y arzobispos en materia preventiva y acompañamiento de las víctimas, y sobre todo, instalar el tema en las diócesis y capacitar agentes de pastoral”. Haber logrado capacitar en varias oportunidades a agentes de Pastoral en cursos organizados con la Universidad Católica Argentina (UCA) fue destacado por monseñor Buenanueva como una instancia que tuvo muy buena valoración y repercusión.

 

Proyectando el futuro

El titular de San Francisco puntuó dos temas clave:

Prevención: “Tenemos que ayudar a las diócesis a evaluar los mismos importantes y exigentes objetivos de prevención que nosotros mismos hemos puesto en las Líneas Guía Actualizadas que aprobamos en el año 2020. En el 2013 la prevención ocupaba una sola página ahora es un capítulo entero que propone estándares bastante exigentes, al estilo de los que hemos escuchado aquí sobre la cultura del cuidado. es decir, proponemos autoevaluación en los criterios y los objetivos. Lo hemos escrito y nos hemos comprometido a llevarlos adelante. La nueva comisión tendrá que llevarlo adelante”.

Formación: “Tenemos que seguir consolidando los espacios de formación dada la realidad de Argentina: somos 77 circunscripciones eclesiásticas, es muy disímil la respuesta de cada una de las regiones pastorales a este tema. Algunas están muy concientizadas, otras, no tanto, pero es un buen momento para que las diócesis pongan en marcha sus propios equipos y nosotros sigamos acompañando este proceso”.

 

Un hallazgo inesperado

“Hemos notado un cierto amesetamiento en el tema de los casos en la Argentina”, afirmó Buenanueva, “no lo sabemos interpretar muy bien pero lo menciono porque es una cosa que nos intriga un poco: han habido casos muy fuertes, muy escandalosos, que han repercutido fuertemente dentro de la Iglesia y en la sociedad. Pensamos que con la elección del Papa Francisco —Papa argentino, que en su país recibe con una hostilidad muy fuerte que también tiene su raíz política hacia su figura— y sabemos que hay interés mediático en poner el dedo en la llaga al investigar, pegar por elevación al Papa. Así y todo no hemos notado un surgimiento como el que esperábamos, como se han dado en otros países. No queremos tener la guardia baja porque sabemos que esto en cualquier momento puede ocurrir”.

Relación con los medios de comunicación

“Pudimos verificar nosotros mismos y en colaboración con los medios las listas de sacerdotes abusadores. Ahí se metía todo en la misma bolsa. Tratamos de ayudar a precisar quiénes estaban, quiénes habían tenido denuncias, quiénes habían sido condenados, quiénes estaban en proceso de investigación. Siempre es un tema candente, hemos tratado de involucrarnos y de ayudar también en esta en esta materia”, aseguró el obispo argentino.

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