La banca opositora solicita que se convoque a un referéndum popular para que los vecinos de San Francisco puedan opinar sobre la ubicación definitiva del nuevo centro policial.

El edificio se construirá en el actual Estacionamiento General j. Arenales, un espacio clave para la movilidad urbana que, según estimaciones de los concejales, perderá 200 lugares de estacionamiento y al menos 50 árboles.

El concejal Marco Puricelli explicó que la propuesta se ampara en lo establecido por la Ley Orgánica de Municipios de Córdoba, ya que “San Francisco no tiene carta orgánica propia, como sí la tienen otras ciudades de más de 50.000 habitantes en la provincia”, por lo tanto, el referéndum es una herramienta válida y legal para consultar a los vecinos en temas de alto impacto como este.

“Es una consulta vinculante. Se le pregunta a los vecinos si están de acuerdo o no con que la nueva central de Policía esté en el Centro Cívico. Lo ideal sería aprovechar alguna elección nacional para abaratar costos y facilitar la participación”, afirmó Puricelli.

“Nosotros ya presentamos el pedido en el Concejo y se va a tratar en la sesión ordinaria de la próxima semana”, remarcó.

Desde el bloque opositor insisten en que esta obra, más allá de su importancia institucional, representa “un error urbano” si se concreta en el lugar propuesto.

Según el edil, la decisión oficialista “no escuchó a los vecinos ni a las instituciones que se pronunciaron en contra”.

“Ya juntamos más de 4.500 firmas. Hay 12 instituciones que rechazaron el proyecto y no fueron consultadas. Incluso una de ellas, el Colegio de Arquitectos, tuvo que salir a aclarar que no apoyaron la ubicación en el Centro Cívico”, detalló.

Puricelli fue tajante al calificar el accionar del Ejecutivo municipal: “Ya se está convirtiendo en un capricho. Hay un enorme esfuerzo institucional y técnico por forzar una decisión sin argumentos sólidos. Se intenta manipular las opiniones y silenciar a quienes piensan diferente”.

Entre las razones del rechazo a la ubicación actual, el concejal señaló la saturación del área en términos de tránsito y estacionamiento: “Esa zona ya está colapsada. Allí confluyen el Colegio San Martín, Hermanos Maristas, la Clínica Cruz Azul y toda la actividad del Centro Cívico. Meterle 34 vehículos más por día y una estructura en altura, como ahora quieren hacer, complica aún más el panorama”.

Sobre los costos del referéndum, aseguró que el municipio debe asumirlos y sugirió que “sería ideal hacerlo junto con una elección nacional para reducir gastos”.

“Si no se puede hacer junto con las elecciones, igual valdría la inversión. Hay tantas cosas en las que se gasta mal, que utilizar fondos para una consulta ciudadana sería un uso ejemplar de los recursos públicos”, enfatizó.

Consultado sobre alternativas de ubicación, Puricelli propuso como opción prioritaria un terreno municipal en la zona conocida como “el Chapulín”, frente al supermercado de la Interprovincial. “Esa zona necesita ser revalorizada. Los vecinos de barrio Sarmiento y Hospital son los más afectados por la inseguridad y reclaman hace tiempo intervenciones estatales”, explicó.

Además, planteó un esquema más descentralizado: “Se puede tener una pequeña oficina o garita en el centro, y ubicar el edificio principal en otro punto de la ciudad. Hay estructuras ya existentes que podrían aprovecharse”.

El concejal destacó también el rol de la oposición como actor responsable: “No somos opositores por deporte. Acompañamos muchas decisiones del oficialismo, como la apertura del Centro Cívico, pero esta es una obra con demasiados puntos en contra, y con muy poco diálogo”.

Finalmente, hizo un llamado a la participación ciudadana: “Con que voten 2.000 personas ya sería un logro, pero si votan 20.000 sería histórico. Mientras más gente participe, mejor será la decisión. Esta discusión no es una movida partidaria: es una necesidad urbana y democrática”.

La propuesta del referéndum será debatida en el Concejo Deliberante en los próximos días.

Desde Juntos por el Cambio insisten en que “escuchar es una fortaleza, no una debilidad” y sostienen que esta herramienta permitirá canalizar la voz de una ciudadanía cada vez más activa y preocupada por el destino de su ciudad.

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