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Despega hoy el Arsat-2 con el objetivo de comunicar a América

El satélite geoestacionario, diseñado y construido por Argentina, será lanzado hoy desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, a menos de un año de la puesta en órbita del Arsat-1.

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El satélite geoestacionario Arsat-2, diseñado y construido por Argentina para brindar servicios de telecomunicaciones sobre el continente americano y favorecer la exportación de contenidos audiovisuales, será lanzado hoy desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
El satélite integra en su plataforma antenas de banda C para aumentar la capacidad de transferencia de contenidos audiovisuales y ofrecer la distribución en los mercados hispanoparlantes de Centro y Norteamérica de los contenidos producidos por la industria cinematográfica y televisiva en castellano.
Mientras que el Arsat-1 -lanzado el 16 de octubre de 2014- cuenta con una antena única en banda Ku que centra su emisión en el territorio nacional, el Arsat-2 tiene tres antenas, dos desplegables y una fija, que emiten en dos bandas, Ku y C.
La transmisión en banda Ku del Arsat-2 refuerza la misión territorial y socialmente integradora de su antecesor a nivel nacional, al tiempo que la banda C ofrece dos ventajas en cobertura panamericana: no sufre atenuación por lluvias e históricamente ha sido la primera opción para la transmisión satelital de televisión, lo que permite ofrecer alquiler de servicio para exportación de contenidos audiovisuales.
El nuevo satélite ocupará la posición 81° Oeste y se integrará al Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones (Ssgat) que ya cuenta con el Arsat-1 que presta servicio en la posición 72° Oeste; y a los que luego se les sumará el Arsat-3, actualmente en fase de desarrollo.
El satélite lanzado el año pasado, que demandó más de 1.300.000 horas hombre de mano de obra argentina, transporta señales de video y brinda servicios de televisión directa al hogar, de acceso a Internet para su recepción en antenas VSAT y de datos y telefonía IP con igual calidad a todo el territorio nacional, incluidas las bases antárticas y las Islas Malvinas.
El presidente de la empresa nacional de soluciones satelitales Arsat, Matías Bianchi, señaló que la construcción y diseño, íntegramente realizado en Argentina, requirió de «cuatro años de trabajo en conjunto con la gente de Arsat y el Invap».
Respecto de las diferencias con el Arsat-1, explicó que el nuevo satélite cubrirá una «mayor extensión de territorio», e indicó que una de las novedades es que «transmitirá en banda C, la cual es importante porque se usa para transmitir contenidos audiovisuales».
Bianchi destacó que con el segundo satélite se siguen «protegiendo las posiciones orbitales» del país, el cual ya está ubicado dentro del selecto grupo de ocho naciones con capacidad para fabricar estas tecnologías.
Para el desarrollo de ambos satélites, Arsat designó como contratista principal a Invap, la empresa de alta tecnología de la provincia de Río Negro.
Al respecto, ayer el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró que Argentina está en condiciones de exportar tecnología como la que utilizó para la construcción del satélite. «Hoy estamos en condición de fabricar para nosotros -como lo estamos haciendo- y para otros países este tipo de satélites, sería un proceso de transferencia tecnológica”, aseguró De Vido en una entrevista radial. En este sentido, el titular de la cartera de Planificación detalló que «el 16 de octubre vamos a encontrarnos con el presidente (de Bolivia) Evo Morales en Tarija y la idea es avanzar en la construcción de un reactor nuclear experimental como los que tenemos en Ezeiza y Bariloche».
El ministro describió que el 50 por ciento de los componentes del nuevo satélite son «de industria nacional: trabajaron mil personas en la construcción en una Planta que el Invap construyó junto al Ministerio de Planificación», sostuvo.
Y añadió «la Planta de Prueba es tan importante como la Planta de Montaje porque allí el Satélite se somete a distinto tipo de vibraciones, de presiones, de ruidos de todo lo que se va a encontrar en el espacio exterior. Esta planta salió casi 50 millones de dólares, ahí está parte de los casi 4.900 invertidos en todo el proyecto».

La Mañana de Córdoba

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